Reproducimos a continuación la conversación entre el director general de Sólo nos importa el negocio y Barsut El Editor acerca de Gabriel Sanchez Thompson. Este extracto nos revela signos del caracter del poeta marginal que es lo que nos disponemos a develar en esta entrega. La conversación tuvo lugar en la oficina del director general del blog un jueves a la tarde en microcentro.
-¿Qué hacemos con ese chico Sanchez Thompson? Hace meses que no viene a trabajar. Nos trae más problemas que soluciones. Tuviste que llamar a su mamá cuando se perdió en la selva. ¿Leíste lo último que escribió? Habló de fornicar a su madre.
- No, no. Dijo que fornicaría en el velorio de su madre...pero esa era otra nota. Tenés que leer lo último que escribió..
- ¡Es un degenerado, Barsut!. No me gusta nada ese chico. ¿Qué edad tiene?
-Menos de 25.
- ¡Dios! Toma whisky como si fuera un ruso. O vodka. Escribe que se fornica a su madre y viene cuando quiere. ¿Para qué mierda me lo trajiste?
- ¡Yo no lo contraté! Escribe poesías y pensé...
- Sí, pensaste ¿qué? ¿Tiene asignada alguna tarea?
- No, pero tampoco cobra. Se fue de vacaciones y perdí el contacto. Pero podría llamarlo para algo. Tiene pasta.
-Sí, pero se emborracha. ¿Le gustan los cuchillos?
- Creo que no.
-Mejor así, podría ser peligroso. Dale una nota y que se interne en la selva uno o dos meses. ¿Está bien?
- Sí. ¿Pero si se pierde otra vez?
- Que se pierda mierda. Quiero que pongas en la portada el chico que va a la selva a buscar el Reportaje a unos aborígenes. Si se pierde, ponemos que se perdió. Hacelo por entregas y que el chico cobre por cada una. ¡Pero que sea algo bueno Barsut! No quiero enterarme a quién fornica ni las pajas que se hace. Quiero una buena crónica y saber que él es uno más de ellos. "El chico que se convirtió en salvaje". Algo así. ¿Qué te pasa? ¿Por qué ponés esa cara?
- No sé. Son dos meses. ¿Qué va a comer? ¿Dónde va a vivir?
- No lo sé. Dale un cuchillo. Que se defienda como un león. Ofrecele la tapa de Sólo nos importa el negocio. Dale todo lo que pida.
- ¿Y la plata?
- Yo te voy a dar la plata, maricón. Voy a regalarle una buena botella de whisky. Mantenelo con vida dos meses y yo te prometo un ascenso. Tengo un equipo de acampar con todo lo necesario. Y una Browning también para asustar a los reptiles.
- Eso le va a encantar.
-¡No! ¡Es por prevención! ¿Crees que estoy tan loco como para darles un arma cargada registrada a mi nombre? ¿Qué les pasa? ¡Y no pongas esa cara de boludo! Yo me despellejo 10 horas por día por ustedes, tengo que lidiar con cada problema que me traen. Y si me voy antes que alguno, me roban las computadoras. Andan con olor a vino a las 11 de la mañana y orinan en los tachos de basura. Son parias. Un día voy a traer el arma y a enloquecer. Te lo juro Barsut. No va a quedar ni uno de ustedes.
- Tranquilo, hombre. Todos tenemos problemas.
- Espero que el chico Sanchez Thompson sea un tipo decente. ¿Me dijiste que se graduó no?
- Sí.
- Mejor así. Te juro que lo pienso y no lo entiendo. Te metiste en la villa como si fueras el maldito capitán Kurtz. Me traes un chico que habla cosas obscenas de su madre y lo único que piden es plata, plata plata. No lo concibo. ¿Es de confiar ese chico? ¿Estás seguro que no va a dilapidar mi dinero e inventarse toda la nota?
- Yo pongo las manos en el fuego por él.
- Mejor así. Un degenerado más en el blog y estamos perdidos.