sábado, 26 de marzo de 2011

Cabezas quemadas por la locura

El exceso de los días escribiendo, publicando
y jugando con las historias de nuestros camaradas.
Las noches perdidas en las calles, frías, muertas y solitarias de
San Telmo.
El ácido y la marihuana y el whisky y la cerveza y el descontrol
y la locura y la traición.
Vomitando desde la ventana de un taxi, con los ojos perdidos, arrastrándome hasta mi cama.
Llegando a una radio desconocida, subiendo por escaleras y fumando yerba.
El miedo y el terror y la idiotez pasaron por mi maquina de escribir, vendimos a nuestros colegas, como hizo Judas con Jesús.
Nuestras celestiales alas se quemaron por el fuego que se desprendía de nuestros cigarrillos…, caímos al fondo del abismo.
Nadie más me miraba, nadie me devolvía una sonrisa y mi amor que se aleja con el pasar de los días, una nota en una manchada servilleta y el eterno juego de un poeta, borracho, melancólico, que siempre jugó en los extremos.
Soy un fundamentalista del amor. Norte o Sur, Bien o Mal, Felicidad o dolor.
Oh, eternos vínculos dorados, que cruzan a través del tiempo y la historia y que me obligan a llegar a los límites, sólo para sentirme vivo.
El pánico se extendía por cada célula de mi cuerpo, mientras tomaba cerveza en un viejo
Bar de San Telmo. Al llegar sólo gritos de odio se expandía por los ojos de esa chica.
Fui un desagraciado, un maniático escritor que recorrió las calles más oscuras en busca de la redención. Cambiando de un antro a otro, para terminar tirado al costado de una avenida.
Olvidando mi nombre, viajando a través de la historia, tomando fernet. La luna ya no estaba, el Sol ya estaba a mitad de sus responsabilidades, y yo delirando con mis viajes chamánicos.
¿Dónde están las mujeres? ¿Dónde están las patillas? ¿Dónde está el Sueño Latino?
Oh, queridísimo Sueño Latino, en qué habitación fría y solitaria estarás durmiendo, en qué abandonado manicomio estarás viviendo.
Viniste con promesas de historia y grandeza y te dejamos tirado en callejón sin salida, vomitando, agonizando, suplicando por ayuda.
Nunca entendimos la dicotomía de tu existencia.
 La lenta travesía de la tempestad sacudió todo mi universo.
 Y al final el ocaso llegó….,
El cigarrillo se termino de consumir sobre el cenicero, las puertas que se cierran y la última luz que se apaga.


Paz….
Perdón…


Sanchez Thompson

domingo, 20 de marzo de 2011

Confesiones de un creativo publicitario

Tengo varias decenas de blogs fantasmas en varias ciudades. Todo el mundo me lee pensando que soy yo. A veces soy una mina de mi edad, a veces un travesti o un taxi boy. Soy varios personajes de los blogs y es una actividad agotadora pero gratificante. Paso de un blog a otro, y aveces cuando algunos ya no tienen visitas (como éste) los uso de borrador de nuevos experimentos Es decir, que cuando me aburro actualizo uno viejo que no se lee (tengo blogs donde soy un taxi boy o un maestro, etc) y me gano la vida así.

Tengo miedo de un día perder el "referente", mi personalidad. Este trabajo te aísla de las personas y leí que muchos se suicidan o terminan activando el rasgo de la esquizofrenia. Pero ¿qué se puede hacer contra eso? Una y otra cosa van a pasar si tienen que pasar.

Tengo un blog donde soy Dr. Jekil y otro soy Mr. Hide. Me deprimo como todos cuando no les va bien con lo que hacen: si la gente pierde el entusiasmo o ya no logro aumentar las entradas a los blogs. Pero me digo "es un trabajo" y me pongo la camiseta y trato de divertirme. Invento dramas, comedias, historias en general; y para eso, tengo que estudiar muchas ramas del conocimiento. Conocí personas que no habían estudiado nada, y eso los hacía una especie de budas. Son creativos respetados, que rechazan becas de varios miles de pesos porque aman y desprecian a la humanidad. Son raros.

Yo trato de saber un poco de todo. De captar la esencia y esperar con ocio que llegue la inspiración. Pero hay que equilibrarla con el trabajo. Es lo más difícil.

jueves, 10 de marzo de 2011

Confesiones de un escritor fracasado

Queridos seguidores. ¿Este blog es leyenda? Barsut y Sanchez Thompson ya ni se hablan. Ni se necesitan, lo cual es síntoma de una gran amistad. Nuestra misión está cumplida, o ni siquiera teníamos una. Nuestro sentido del humor navegó las profundidades de lo obsceno y se transformó en aburrido y obsoleto, como todos los objetos de lujo (este blog lo es) lo que no significa que sea útil.

En fin, queríamos trasmitirles algo nuevo y refrescante, pero no lo hay. No hay más que polvo y sonrisas.

domingo, 6 de marzo de 2011

La vida en tecnicolor

Entrada 31 bis: al infierno por la puerta ancha