viernes, 15 de octubre de 2010

¿Qué carajo es el Periodismo Gonzo?

Las cosas se complicaron para Barsut y Sanchez Thompson. Ya no son los tipos copados que solían ser a los cuales invitarías a tu cumpleaños. Desde el aciago día en que fueron expulsados (literalmente) de Radio Nacional, sus amigos menguaron; sus seguidores ahora leen La Nación y la mayoría de la gente que antes los frecuentaba, por presión social, ahora no les devuelve el saludo.
¿Pueden dos pelotudos como Barsut y Sanchez Thompson hacer bajar la bolsa de valores de un país como lo hicieron Bill y Ted? ¿Se puede parar un tren que va a Rosario con la mano? Vayamos por partes.


El periodismo gonzo se basa en un fenómeno clínico que los psiquiatras denominan "adicción al miedo". Para graficarlo, imaginen a un adicto al ácido que se sube a una montaña rusa.
El padre del Periodismo Gonzo dijo una vez: "Nunca recomendaría las drogas. Pero en mi caso, han funcionado". Las drogas son siempre un recurso. Pero internarse en la selva boliviana completamente sobrio y sin ropa, también. 

La adicción al miedo emparenta al periodista gonzo con el alpinista o el corredor de autos. Hay quienes probaron mezclar un poco de cada cosa (drogas + carreras de autos por ejemplo) y esa gente se convirtió en Dios. Se iluminó como Buda, dicen.

A otros se les da por el juego. Pueden llegar a apostar un millón de pesos al "rojo" en la ruleta para experimentar horror. Un filósofo llamado Baudrillard escribió un interesante tratado sobre las apuestas, los bailes eróticos y los ritos paganos. Todos estos fenómenos se relacionan entre sí. Ahora, las preguntas.


- ¿Cómo se procede ante un periodista gonzo?


- Es difícil contestar a eso. Lo único que usted tiene que tener en cuenta es que el gonzo siempre anda en busca de El Reportaje. Es su obsesión. Por eso es que no se lo puede localizar fácilmente. Puede estar en Las Vegas, en Jamaica, en Cuba, en Bolivia...ya le digo. No se guíe por los lugares. Puede estar fumando paco en una esquina o haciendo la comitiva a un presidente. Más allá de su estatus social lo importante es entender que el gonzo es peligroso y a la vez, miedoso. No tenga duda de que si hay una Guerra Mundial, él  va a estar ahí. 


- Parece carne de neuropsiquiátrico.


- Claramente. Por eso nos interesa difundir estos conocimientos. La justicia tiene que caerles encima algún día y ellos tienen que confesar. Tienen que purgar sus culpas. Un periodista gonzo cree (sabe, mejor dicho) que la hora de la verdad le va a llegar, como le llega a todo el mundo. Seguramente, gritará: "Padre, ¿por qué me abandonas?" haciendo la parodia de Cristo o blasfemando de otro modo para que usted se convenza de su inocencia. Son argucias, engaños de la mente retorcida de estos maricones cuya vida improductiva usted debe terminar cuanto antes. En lo que respecta a un periodista gonzo, usted debe hacer lo que haría Sarmiento si tuviese a un gaucho enfrente. 



Barsut


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