domingo, 13 de febrero de 2011

Auge y caída de Sanchez Thompson


¡Sombra terrible de Sanchez Thompson, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de tu noble pueblo!  




¿Así que quieres ser un escritor?

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu
corazón y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas………..

                                 Decidí empezar con un poema de Charles Bukowsky, para aclarar un poco el oficio del escritor, para romper un poco las supersticiones, hay que de decir que las palabras arden adentro, es la única forma de poder expresarla y esto lejos de una relación con la moralidad, justicia y verdad…….. Siempre en términos sociales.
            Es un maldito infierno que quema cada célula de tu cuerpo……  Es difícil expresarlo en términos filosóficos o científicos. Pero empieza así:
1º-   Cuando estas lejos de las palabras o las teclas o la maquina de escribir, se siente una terrible sensación de estar lejos de vos mismo.
2º- Después de la 1º parte, llega la etapa más crítica del escritor. Obviamente, respondes a la primera etapa, que más bien, se relaciona con otras ideas locas, revolución, libertad, cambio o alguna que otra utopía.
            Dejas algunas reglas sociales y te embarcas en un viaje sin regreso, conciente o inconcientemente aceptas otras reglas,  pero estas ya sobrepasan lo terrenal, es un nuevo campo de juego, la recompensa es otra, el enemigo ya no se distingue, está en el aire, está en las calles, está en tus días y tus noches.  
              Después abandonás las universidades sistematizadas, operadas por monjes caníbales,  que observan tu espíritu, te miran a los ojos fijamente y absorben tus pocos suspiros de vida, que te quedan guardados en el fondo de tu corazón. ¡Bomm! …Se rompe la burbuja………   ¡Al carajo! En el fondo lo deseabas…… 
            Prendes un cigarrillo, miras  la pantalla o el papel…,   y es una gran sorpresa. Está todo ahí, tus manos dejan de temblar, tus latidos descienden, dejáss por un rato los sueños y llegás a un  profundo descanso.
            Resulto simple al final, porque ya estabas en la calle antes de empezar. Nadie vivió en una biblioteca y fue rey del camino, nadie lustró las botas de la comodidad, sin  escupir antes.
            Escuchas a  Williams Blake que repite desde el final del camino, con una gran sonrisa en sus labios y con sus ojos iluminados por la luz..., y desde lejos repite una y otra vez, muy suavemente:
           
            “Cruzaste el camino del exceso…, y al final llegaste al palacio de la sabiduría”


            No podés entender nada a causa de la fatiga… cerrás los ojos, dormís y volvés a empezar.
            A la mierda todo….,  releer, jamás….  ¿Razonar? A veces… ¿Reír? Siempre…
            La puerta se abre de un brutal golpe. ¡Ahora bancate todo lo venga! No hay una almohada a quién hablar, no hay cordura que te alivie. Sólo el brillo de tu sonrisa puede ganar.
            El soldado de plomo perdió la única batalla, el viento contó la única historia que vale la pena escuchar. Las palabras pasaron a ser sólo sonidos en mi cabeza,  esos ojos lentos miran a sol.
            ¿Qué otra cosa puedo aprender? Jajaja….
            Aunque grites no te voy a escuchar….  El show empezó, la cerveza brota de cada canilla que abro, hoy no voy a escuchar, sólo voy a pretender hablar.
             Ya me alejé…,  simplemente bailo, una y otra vez.
           
            ¡Cerdos oportunistas!
           
            ¡No! no van a aprender nada, perdí el control otra vez………
           
            Para mí todo empezó de nuevo,  me retiro en silencio. ¿Qué opinas al ver nacido en una cuna de cristal? Nada, idiota. Sólo podes ver la nada misma.
            Una y otra vez te gusta ser pisoteado por  mis botas cubiertas por mierda.  Y ahí llega lo deprimente de la situación, te gusta, te divierte, es lo único que aprendiste.
            ¡Al carajo, de verdad al carajo!  Ya estoy en el final de camino, mis ojos brillan, ya no imaginó…, solamente vivo…, el límite y la libertad…, es lo mismo…. Dulce niña de amor, ya estas en mi corazón.
            ¡Loco!…. ¡Loco del orto repiten! Ya perdí mi cordura,  veo espejismos en mi domingo triste, adiós mujer azul.
             
            ¡Púdranse!...  Llegue a Dios con un poema


            Miro al cielo, encontré mi refugio……, ya no me encontraran.
            El hombre está en la puerta
           
            ¿Qué voy a hacer?
             

            …….No puedo más……...


Sanchez Thompson 


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