Finalmente, sucedió: El domingo pasado se realizó la primera Prueba del Ácido en un bar de Avellaneda conocido como Mutar. En la penumbra de la noche, el Hijo de Psicoanalista y el Poeta Callejero se sometieron al experimento psicodélico y uno de ellos murió.
El poseído Grabiel Sánchez Thompson se convirtió (sin que mi alter ego lo haya advertido) en un Chamán cuyo nombre nos es aún desconocido, y se sentó en el respaldo de una cama a cantar canciones, tomar fernet y predicar la verdad. Fue una noche extraña, llena de revelaciones y momentáneos accesos de terror. Inolvidable, de un modo inquietante.
Hijo de Psicoanalista
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