sábado, 2 de octubre de 2010

Detrás de los pasos del Sueño Latino (Primera Parte)

Un seguidilla de ataques al Rollinga Piola y la salvaje solución 


Blanver... Miércoles… 12 de la noche…. 10 cervezas y 4 porros.

El Rollinga Piola se siente un poco desahuciado y triste. Está siendo juzgado constantemente por el sector republicano y conservador que, en las sombras, se mueve por los pasillos de ETER. 
Estoy seguro que esa gente tiene un PLAN macabro. Tengo miedo de profundizar en el tema y descubrir algo que me traume por el resto de mi vida.
Me quedo callado un segundo. Pienso y llegó a la conclusión que la única forma de ayudar al Rollinga es llevarlo a Bolivia con nosotros. Lo tenemos que bautizar en la selva para purificar su alma.
 Anotación mental: “Hablar con Barsut sobre está nueva idea”.

-Hoy discutí con una mina. Todos me atacan- aseguró el Rollinga-. Indudablemente, hay un complot contra mí. ¿Sabes lo que me dijo Esaú el otro día?

- ¿Qué te dijo?- pregunté.

Se agarró la cabeza y suspiró, como si ya no pudiera cambiar nada.

-Me dijo que mi celular tenía manchitas de sangre, dando a entender que yo lo había robado. Además, siempre dice: “¡Acá está! ¡Éste es el único que voto en la encuesta!”. Creo que le molesta que haya participado en su encuesta”.

-¿Qué? ¿Cómo te va a decir eso? ¡Es un hijo de puta! - gritó Marimba, que desde la punta de la mesa, en silencio, estaba escuchando la conversación.

- No creo que con violencia se pueda solucionar algo, pero lo tendrías que cagar a trompadas- opino.

- Ese chabón va a terminar sentado al lado de Eduardo Feiman- dice Miguel.

- ¡Peor! Sentado a la derecha de Feiman- afirmo, entre risas.

-Yo soy pacifista, no voy a pelar. Además, estoy seguro que todo lo que me hizo le va a volver- aseguró el Rollinga piola.

Para mí, la idea de romperle la cabeza a trompadas sigue siendo la mejor solución. Para ver que onda. Posiblemente le estamos haciendo un favor, lo ayudaríamos a superar sus propios miedos. Pero, si recurrimos a los golpes, estoy seguro que nos acusarían de nazis, dirían que nosotros estamos buscando al octavo reich, nos perseguirían como a delincuentes.
¿Qué haría Barsut, cuando le cuente que los “Federicos” (N de E: La Federal) nos buscan? No podemos tener más enemigos.
Me imagino declarando delante del juez y diciendo: “Yo lo hice por su bien, realmente no lo odio, no me parece una mala persona. Sólo quería que supere sus propios fantasmas personales. Por esa razón lo dejamos en coma”.  
En ese momento, tendría que justificar nuestro accionar delante del juez. “Ese pibe, en el corto lapso de tres años, se encaró a más de la mitad de sus compañeras y con todas rebotó. Es un acto de grandeza, lo admiro por eso. Sin embargo, después de tantos fracasos, esas cosas dejan huellas en el corazón y uno tiende a proyectar sus fracasos hacía otras personas, a personas que parecen más débiles. Pero no podía seguir siempre así, algo había que hacer.”
Eso es lo que voy a declarar.
Después, estoy seguro que el juez entendería que mis intenciones fueron buenas. Pero, como todo hombre de ley, se tendría que sujetar al Código Penal. “Tres años de cárcel, llévenselo, no quiero ver a este puerco delante mió”, diría el juez.
También me asusta lo que pueda pasarle a Barsut. ¿Cómo lo tratarían en la cárcel cuando se enteren que tiene descendencia psicológica de abogado samoana?
 ¡Peor aún! A todo esto, hay que sumarle los titulares de los diarios “Cuatro adictos propinan una feroz golpiza a un excelente estudiante y honrado periodista”.
Soy una persona muy sensible, no podría aguantar tantos ataques.
Pero por lo menos en la cárcel tendría más tiempo para leer. ¡Es más! Podría llegar a escribir una novela.

Sanchez Thompson








1 comentario:

  1. Un buen susto debería darle el Rollinga Piola!! esos sustos que no requieren de disfraces ni de pistolas...sólo de sentido común y algunas hierbas, mi querido Rey Lagarto... y sabelo si viene la cana TE BANCO!

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