domingo, 12 de septiembre de 2010

Encuentro con el Rey Lagarto

- La revuelta y sólo la revuelta es la creadora de la luz, y esta no puede tomar sino tres caminos: la poesía, la libertad y el amor- Me dijo Jim.


- ¿Pero qué hay del lobo que se esconde detrás de cada poesía?- le pregunto yo mientras viajamos por el desierto en un viejo auto azul.

Habían pasado tres o cuatro meses desde que inicié aquel viaje. Todavía percibo algunas imágenes sueltas de aquel fugaz encuentro. Trato de de distinguir qué fue real y qué fue un invento de mi imaginación.

Es en vano, todos mis recuerdos se mezclan hasta formar una especie de película en blanco y negro.

Me agarro de la cabeza…Y con un poco de resignación le pregunto: “¿Es todo una especie de chiste cósmico?”

- Puede ser. Pero es mejor ser un hombre de palabras, que un hombre pájaro -me responde mientras se ríe y prende un cigarrillo-. No vas a volver a dormir tranquilo ahora que abriste los ojos. -Jim seguía riéndose y golpeaba con una mano el volante del auto.

Miro por la ventana y con voz irónica le pregunto:

-¿Te estás burlando de mí?

Me mira unos segundos y me dice:

- Todos los poemas tienen un lobo adentro. Menos uno, el más hermoso de todos.

-¿Y cómo sabes cuál es el poema más hermoso de todos? –pregunto-.

Suspira profundamente y con un poco de cansancio, responde:

– Uno es un simple autor y en realidad las palabras llegan desde otras partes lejanas, muy difícil de ver por la conciencia cuadrada del hombre.

Se me escapa una risotada y le digo:

-¿Te rompe las pelotas que te haga tantas preguntas?

-Sí, pero espero que te sirva de algo todo esto.

- ¿Por qué los chamanes tiene tan poca paciencia? ¿Son un poco soberbios? – pregunto entre risas.

- Digamos que estoy probando los límites de tu realidad. Es simple curiosidad- me explicó-.

Me quedo callado unos segundos y saco una servilleta del bolsillo. Mientras se la doy, le pregunto: “¿Este poema, tiene un lobo adentro?”

En ese momento frena a un costado del camino, lo lee y después de mirar varias veces la servilleta, me dice:

-Eso lo vas a descubrir con el correr del tiempo. Sin embargo, te aseguro que estas palabras te van a liberar.











ESTOY PENSANDO EN EL CORAZÓN

ESTOY SINTIENDO EL AMOR

ESTOY VIVIENDO SIN PENSAR



Para que mis palabras no te asusten.

Sólo quiero decirte

que me conformo con escuchar tu voz.

Para que el tiempo sepa,

voy a esperar a luz de tus ojos.

La ilusión que me llevo a vos, es la imaginación de volar.

El sueño se hizo total y el sol

brillo por el simple hecho, de saber que tenía

que dar, sin esperar.







Sanchez Thompson

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