Todo comenzó en Clarín en el año 1984. Enrique Symns trabajaba como colaborador del diario más polémico de esta era, cuando descubrió un secreto aberrante oculto en la máquina de café que utilizaban los empleados de la redacción. Se trataba de una droga sintética deshumanizante que alienaba el centro de lenguaje de los periodistas hasta volverlo al grado cero de la comunicación humana. Symns había visto sin querer los designios de un plan siniestro.
Días después, tuvo un abrupto ataque de furia por culpa de una golosina que quedó atascada en la máquina expendedora, la cual destrozó a patadas, y finalmente le otorgaron una licencia debido a su frágil equilibrio emocional.
A finales de los ochenta, consolidaría el proyecto de Cerdos y Peces: la revista contracultural que acompañaría su trasmutación de doctor en Periodismo a leyenda urbana, un traje que lo incomoda un poco y que sólo viste de vez en cuando o cuando le conviene.
La razón de esta entrevista es la publicación de En busca del asesino una novela corta que tiene como hilo conductor el inexplicable asesinato de una turista argentina en Río de Janeiro ocurrido en 1993. Symns es contratado como investigador del caso por el principal sospechoso del crimen y, de paso, retoma sus andanzas etílico-sexuales por el país carioca.
“En busca…” es el libro de crónicas que completa la saga que comenzó allá en 2001 con la monumental El Señor de los Venenos seguida de Big Bad City en 2006.
A los 14 años, Enrique se fugó de su casa y ese mismo año cayó preso. “Ahora Devoto es una buena cárcel, pero yo estuve en una época dura”, rememora. Durante su juventud coqueteó con el robo, vendió marihuana, se drogó, durmió en la comisaría o a la intemperie y visitó cada sucucho de Buenos Aires: desde el Bar Británico (siempre generoso con los vagabundos de Parque Lezama como él) hasta La Paz : mítico cafetín de artistas, revolucionarios y pistoleros de la década del sesenta.
“A lo largo de mi vida, conocí muchas cárceles. Estuve preso en Misiones, en Devoto, en Caseros, en Río de Janeiro, en Europa, en fin. Es curioso ver como las cárceles de cada lugar adquieren las particularidades de su sociedad. En Europa, las cárceles son frías, te tratan como si fueras un teorema. En la cárcel de Río, comprendí por primera vez lo que era Brasil.”
-¿Qué cosas perdió en la cárcel?
Viaja a Ámsterdam en 1976 (previo paso por el neuropsiquiátrico Borda “donde intentan atrincherarme la mente con adecuadas dosis de Artane y Halopidol”) y continúa su aventura psicotrópica por todo Europa. Asiste religiosamente a los conciertos de The Rolling Stones y Pink Floyd mientras que sobrevive de la venta ilegal de autos usados. También experimenta con peyote y sucumbe a los embrujos oníricos del opio.
Fue en España donde Symns, por primera vez, intuye su talento natural para la percepción de avezado cronista border capaz de registrar en su libreta la grotesca comedia humana de la vida convencional. Su traje de vagabundo comenzaba a desprender sus últimos jirones para dejar paso al siguiente: el de forastero.
Su amistad con el Indio Solari raya en lo estrictamente mitológico aunque dejó de ser, desde hace tiempo, motivo de ostentación para los dos.
Es que Symns había descubierto en el Indio a un chamán celoso de su libertad que como él, alucinaba con satélites vigías y denunciaba al tinglado universal de sacerdotes, maestros, médicos y personas “con un Plan” que decodificaban y retransmitían por impulsos radioeléctricos los mandatos mecanografiados del Poder. “La paranoia no significa que no te estén persiguiendo”, le confesó el Indio una vez. En sus libros, Symns relata estos encuentros trasnochados en la casa del músico en Ramos Mejía, sazonados de "cocaína y conversaciones absorbentes".
La relación duró unos años hasta que se vio malquistada por anhelos personales y estilos de vida diferentes. Uno se convirtió en la estrella de rock más venerada de los últimos veinte años. El otro, mantuvo como pudo su revista Cerdos y Peces hasta la llegada del “menemismo”, que lo quebró económicamente y en un sentido existencial.
UN LIBRO Y UN AMOR
Un llamado de Jorge Lanata lo devolvió por un rato al escenario de la vida itinerante. La propuesta era la siguiente: acompañar a la estrella de rock más exitosa del momento en una gira por todo el interior del país. Él sería el biógrafo oficial y su viejo amigo Fito Páez, el protagonista.
El fruto de esta relación se llamó Fito Páez con Enrique Symns (1995), un libro que reconstruye la vida del artista en su propia voz y en el relato de músicos, amigos y familiares. También recopila anécdotas y entretelones de la gira Circo Beat.
En el prólogo al libro, Symns hecha mano de sus conocimientos sobre existencialismo y de su prodigioso humor gonzo para producir un manifiesto filosófico que se remonta al origen de la vida en el planeta Tierra.
LOS TRAJES DEL SEÑOR SYMNS
En 1998, Symns fugó a Chile en su traje de desesperado cocainómano y lo cambió por el de celebridad en ascenso. Fundó la revista The Clinic y frecuentó a hombres importantes de la sociedad y a los siempre desesperados y locos de sus novelas.
Su paso por The Clinic y por la televisión andina le sugirieron por primera vez la idea de comenzar a explotar su propia leyenda. Antes que eso, se probó su siempre a mano traje de Performer y resolvió dar algo de “happening” a la sociedad de Santiago, que cínicamente le volvió la espalda y lo condenó a la miseria otra vez. Un escándalo sexual que él denunció públicamente y una enemistad a muerte de loco ebrio con el ministro de Trabajo de Chile, grabada para la televisión, lo tumbaron a la lona, de donde resurgió en Buenos Aires con la idea de un nuevo traje: el de escritor maldito.
-El tema de la violación viene de épocas paganas cuando en ciertas tribus se violaba a los niños de entre 9 y 12 años, mujeres y hombres sin distinción, para que lloviera. Como verás, la violación viene de épocas antiquísimas asociada a los ritos sagrados. La adicción de violar siempre es más poderosa y aparece a cada instante, casi como una guía de la sociedad. Todos los mandamientos de Moisés pueden resumirse en uno: no matarás. Esa es la única prohibición que rige. Los demás mandamientos son sucedáneos de ése. Matar es muy difícil, pero violar es muy fácil. Si vos lees las estadísticas, el 50 por ciento de las personas violadas tienen menos de 12 años. Y son abusados o violados por un familiar directo, por el vecino, por el cura o el maestro. El violador no se expone a tantos riesgos de caer como el asesino.
Sentados en el patio pulmón del centro cultural La Puerta en Abasto, Symns enciende un cigarrillo y reflexiona sobre su propio mito: “Pertenecer al under es formar parte de un campo de resistencia de las creencias donde no se respetan las leyes. Mejor dicho, no hay leyes ni saberes, ya que el saber es combatido como una forma de opresión. Ser una leyenda es una aspiración muy grande. La vida no te satisface jamás. Al contrario, te golpea cada día más”.
Pablo Sartirana
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ResponderEliminarMuy buena nota, Pablito. Anteriormente, había pasado por alto la lectura sobre el tema del chabón de Orions. Realmente, cuando me lo contaste, no lo podía creer.
ResponderEliminarMás allá de eso, felicitaciones por esta entrevista. Está muy pero muy buena, además porque Enrique tiene una historia de vida tremenda.
Sin más preámbulos, un fuerte abrazo de gol
Desde El Silencio de La Libertad, Matías
Preferentemente no postales de Symns, para sacarle ese juguito que me gusta saborear...
ResponderEliminarGracias Maty queridooo. Abrazo de gol para vos!
ResponderEliminarElsa: What? Entramos a tu blog y llegamos a la conclusión de que sos groopie de Symns. De hecho, ese comentario medio perverso que nos dejaste, lo confirma completamente. ¿No te gustaría cambiar de bando y alentar para nuestro blog?
ya había leído entrevistas de symns en otro tiempo; hace a la historia.
ResponderEliminarbuena nota. cuando la encontré posteada en faybac dije "uh.. larga y fondo en colores, no la leo más". cuando la leí ni cuenta me di de lo clara y entretenida.
un abrazo.
¡Qué escritor pedorro, por favor!
ResponderEliminarCon razón el país perdió el nivel ganado en las letras durante el Siglo XX: nos interesamos por un tipo como Symns.
Para colmo, lo llaman "el último escritor maldito". No podemos seguir viviendo del pasado, muchachos. Crezcan y construyan.
Decadente. Muy decadente.
Symns despertó el arte en chile,enriqueció a los del clinic, después lo botaron y desprestigiaron
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